domingo, 20 de marzo de 2016

Los Antiguos.


"Satanael I"

¿Cuántas veces te has preguntado sobre el bien y el mal?, ¿cuántas veces has escuchado sobre los caídos, los vencedores, los vigilantes, los ángeles y demonios?

¿Qué pasaría si te dijera, que solo los vencedores escriben las historias, y que ellos pueden manipular esta misma a su antojo?

¿Qué pasaría si te dijera, que no existe un solo Dios, sino que hay varios? ¿Quieres pruebas? piensa en los antiguos humanos que dejaron grabado en la memoria de sus sucesores a estos seres, a los cuales les dan diversos nombres.

Piensa en las primeras civilizaciones que dejaron parte de sus historias en la roca, en las cuevas, en tablillas.

Piensa, ¿no te lo has preguntado alguna vez? ¿No has sentido algo en tu interior, algo diferente? una voz que te dice: "no eres igual".

Eso es porque hay alguien más ahí.

Las dudas, la curiosidad, siempre he pensado que esa es una virtud de los humanos, ser curioso, no conformarse con solo una respuesta, eso es fascinante a mi parecer.

Pero a estas alturas del actual 2016, también existe lo malo, lo pútrido, lo perturbador en la humanidad.

No digo que sean malos en realidad, cada uno elige de qué lado quiere estar, pero, también es cierto que hay seres que manipulan a otros para que hagan cosas que van en contra de los principios básicos.

Pero bien, creo que he hablado suficiente sobre la humanidad actual, creo que no es por eso que estas aquí, ya que esta no es una crítica social ni nada parecido.

Déjame contarte una historia que pasó antes de la misma historia, antes del tiempo, entes de la humanidad.


Mi nombre es Satanael, el treceavo hijo del caído. Un ser tan malo, que según los agnósticos es el nuevo Dios que controla todo con miedo y locura.

Muchos escritos mencionan mi nombre, muchos otros dicen lo que "hice" y las catástrofes que causé, ¿qué pasaría si te dijera que nada de eso es como ellos lo cuentan?

Mi padre, "El Caído", creyó ver todo lo hermoso de la creación, fue parte de ello, contribuyó con sus ideas y conocimiento al igual que otros 12 "Arcángeles", seres poderosos, seres hermosos, con una luz fuera de lo conocido y de lo que te puedas imaginar.

El presenció la creación de la humanidad, por los Dioses, hasta estas alturas de la lectura ya deberías saber que hay más de uno, creo que ya lo mencioné antes, vio a los seres humanos, a las "criaturas" hechas por los seres superiores y se dio cuenta que les faltaba luz, esa luz que caracterizaba a los demás.

¿Por qué solo ellos podían disfrutar de eso? ¿Por qué solo los seres superiores merecían ser más que los otros?

Así que decidió una cosa, si no podía darles un "poder" como el de ellos, les daría algo muy similar, "El Fuego".

Bajó de los "cielos" hasta la tierra con el fuego del amanecer en sus manos, ¿no te parece conocida esta historia? piénsalo, te daré una pista, Prometeo. Hay muchas versiones sobre esta historia, algunos dicen que es el fuego como tal, otros dicen que es el conocimiento, la inteligencia, la "Santa iglesia Católica" dice que fue una manzana... pero aquí entre nos, te puedo decir que fue mucho más que una fruta, fue el poder de la sabiduría, el bien y el mal.

Al darse cuenta de esto, los Dioses no podían dejarlo pasar, así que decidieron castigar a mi padre, enviarlo al "infierno" hacerlo padecer de lo peor, el destierro.

Ya no podría ver lo hermoso de la creación, ya no podría hablar con otros como el, eso lo corrompió, hizo que su misma luz, se apagara casi por completa.

Decidió que haría todo lo posible por ver caer a esos Dioses que lo condenaron a ese castigo, con esto, claro, no digo que veas a mi padre como una víctima de lo que ocurrió, yo creo que fue solo un precio que tuvo que pagar.

Como ya te lo mencioné anteriormente, solo los vencedores escriben las historias, ¿por qué crees que en la inquisición, se quemaron tantos libros, tantos escritos antiguos? solo la Iglesia tenía el poder y la potestad de éstos.

Se perdieron nuestras historias, nuestras vidas y lo que logramos. Los "malos" no somos tan malos como todos creen, siempre nos culpan de todo lo malo que pasa en sus vidas, y todo lo que puede llegar a ocurrir.

Desde mi niñez, si es que puedes llamar a eso niñez, fui alimentado con ese rencor al igual que mis hermanos, ese odio hacia los seres que habían condenado a mi padre al sufrimiento. La verdad, es que a mí eso nunca me llamó la atención, quería salir, quería conocer ese mundo que tanto había escuchado en leyendas antiguas, quería conocer ese lugar que mi padre tanto mencionaba.

Siempre me la pasaba pensando, imaginándome como sería, como podría llegar hasta ahí. Hasta que un día, logré encontrar un "pasadizo" por donde pude llegar, unas ruinas de lo que pienso, serían una especie de templo muy antiguo, a alguno de esos "Dioses" de los que con tanto odio hablaba mi padre.

Lo que vi, me pareció maravilloso, me encontré con un jardín enorme, de flores, de árboles que se transformaba en un bosque tan extenso que no podía ver hasta dónde terminaba.

Vi criaturas muy variadas, animales de los que solo había escuchado en historias, también vi a unos seres que jugaban con las flores que recogían del suelo,
humanos pensé, estos...humanos, corrían y reían, se veían tranquilos, felices.

Caminé por muchas horas, hasta que encontré un hermoso lago, donde se reflejaba la luz del astro rey, El Sol, me acerqué y senté bajo la sombra de un árbol con sus ramas caídas, que parecía triste a la vista, un Sauce "llorón", qué nombre más tonto para un pobre árbol.

La sombra era muy cómoda, sentía la brisa, también la calidez del sol en el césped, podía ver todo por lo cual mi padre "luchaba", lo hermoso de esta tierra.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario